El consumo de los combustibles líquidos sigue creciendo en España

La Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores) ha presentado en su última memoria anual los datos de consumo de combustibles en España correspondientes a 2022. Esos datos muestran que el consumo de gasolina y diésel ha llegado a cifras récord en lo que se refiere a la última década.

Durante estos diez últimos años, el consumo de ambos tipos de combustible ha mantenido un crecimiento constante, con la salvedad del año de la pandemia de la COVID-19 (2020). Así, el uso de gasolina ha crecido un 25% respecto a 2014, hasta situarse en los 5,7 millones de toneladas en 2022. El uso de diésel, por su parte, ha crecido en ese mismo periodo un 12%, para llegar a los 31,7 millones de toneladas en 2022.

LA PROPUESTA DE LA COMISIÓN EUROPEA

El crecimiento del uso de estos combustibles líquidos contrasta con la propuesta de la Comisión Europea de prohibir la venta de coches y furgonetas nuevos que utilicen gasolina y diésel a partir de 2035 en la Unión Europea. Esta propuesta, que ha sido respaldada por el Parlamento Europeo, tendría como objetivo alcanzar la neutralidad climática en 2050. Para ello, la Unión quiere reducir las emisiones de los automóviles, ya que el transporte por carretera representa la quinta parte de las emisiones de CO2 de la región. Los objetivos intermedios de reducción de emisiones para 2030 se fijarían en un 55% para los coches y en un 50% para las furgonetas.

En cuanto a los coches actuales de gasolina y diésel, la idea de la Comisión es que puedan seguir circulando y utilizándose hasta el final de su vida útil. Considerando que la vida media de un coche es de 15 años, la fecha de 2035 para prohibir la venta de coches que funcionan con estos combustibles líquidos permitiría alcanzar el objetivo de neutralidad climática en CO2 de este tipo de transporte en 2050.

El respaldo del Parlamento Europeo a la propuesta de la Comisión se ha adoptado por un margen relativamente estrecho (340 votos a favor, 279 en contra y 21 abstenciones). Así, solo faltaría el visto bueno formal por parte de los países de la Unión Europea para que las nuevas reglas entren en vigor. Sin embargo, hay países que no están de acuerdo con estas reglas por temas estratégicos y económicos relacionados con la industria del motor. Esta opinión parece augurar debates adicionales y un futuro todavía no definitivamente claro.

LOS COCHES ESPAÑOLES UTILIZAN MAYORITARIAMENTE COMBUSTIBLES LÍQUIDOS

Por otro lado, y según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), el parque español de turismos ascendía en 2021 a alrededor de 24,9 millones. De ellos, 11,4 millones corresponden a turismos que funcionan con gasolina y 13,3 a vehículos impulsados por diésel. Es decir, el 99,2% de los turismos españoles que circulaban por las carreteras a finales de 2021 utilizaban estos dos tipos de combustibles líquidos. La cifra refuerza la idea de las dificultades de cumplir con los objetivos y con el calendario que quiere establecer la Comisión Europea.

“La gran mayoría de los coches españoles utilizan combustibles líquidos, cuyo consumo mantiene un crecimiento sostenido en la última década.”

La mayoría de los análisis prospectivos apuestan por el coche eléctrico como la solución a largo plazo para hacer frente a la reducción de emisiones y, por lo tanto, a la descarbonización del transporte por carretera en vehículos particulares. La electrificación de estos vehículos presenta en la actualidad importantes ventajas e inconvenientes. Pero el resultado es que, a finales de 2021, el parque de coches eléctricos en España representaba aproximadamente el 0,3% del total de vehículos que circulaban por el país. Por tanto, es evidente que el presente de los automóviles pertenece a los combustibles líquidos. Y el futuro a medio plazo es muy probable que sea testigo de una pluralidad de posibilidades.

Si la Comisión Europea quiere prohibir la venta de vehículos de combustión en 2035, la realidad es que el parque automovilístico sigue dominado en su casi totalidad por los turismos de combustión y el crecimiento del número de coches eléctricos es lento. ¿Es posible hacer compatibles todas estas tendencias? Una de las principales vías para esa compatibilidad puede ser la de los ecocombustibles.

ECOCOMBUSTIBLES Y GRUPO HAFESA

Este tipo de combustibles ofrecen una importante reducción de las emisiones de dióxido de carbono respecto a los combustibles líquidos tradicionales. Y su uso no requiere una renovación profunda del parque automovilístico. Es decir, los ecocombustibles son compatibles con la red de infraestructuras que ya existe (sistemas de repostaje, logística y distribución) y con los vehículos actuales, sin necesidad de grandes cambios logísticos. Por tanto, un escenario que podría ser muy probable es el de la convivencia durante un largo periodo de los ecocombustibles con los vehículos eléctricos.

 “El futuro del transporte de personas por carretera no es factible a corto y medio plazo sin los combustibles líquidos como principal fuente de energía.”

El Grupo Hafesa, holding que se dedica a la comercialización y distribución de productos petrolíferos, es consciente de la importancia de los hidrocarburos en el modelo actual del sector de la energía. Y apuesta por la transición energética mediante ecocombustibles. Para el Grupo hay múltiples razones medioambientales, industriales y económicas para el desarrollo de este tipo de combustibles. Una prueba de que los ecocombustibles empiezan a ser una alternativa es el notable incremento del tránsito de biodiesel  por las plantas de Grupo.

En definitiva, el futuro del transporte de personas mediante vehículos privados no es factible a corto y medio plazo sin los combustibles líquidos como principal fuente de energía y Hafesa quiere seguir siendo un protagonista destacado de esta realidad.